lunes, 2 de marzo de 2009

Relato.

“Al mediodía otra vez fue matado un prisionero a tiros de una carabina. Fue así. El prisionero estaba agotado y tenía una diarrea. Se dirigió a un vigilante SS pidiéndole permiso de irse un rato para hacer su necesidad. El SS le dio permiso pero cuando el prisionero volvió el SS le quitó el gorro y lo tiró lejos, fuera del límite de vigilancia. Al prisionero le dio la orden de traer el gorro y presentarse a él. Cuando aquél iba a buscar su gorro el SS levantó la carabina y mató al pobre por detrás. Mis compañeros me dijeron que a los SS les daban dos días de permiso por haber matado a un prisionero en fuga –como se llamaba eso. ¿Qué valor tenía la vida de un prisionero? Para un SS no tenía ninguno. Sólo le importaba el permiso”…


Tadeusz Sobolewicz.
Prisionero KL Auschwitz.